Movilizadas ante el insólito suceso ocurrido en la Base de Supertanqueros, varias aeronaves de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) han asumido una misión tan riesgosa como vital: verter agua en las zonas incendiadas, con el fin de proteger el resto de las instalaciones y objetivos que hay en el lugar.
Cuando comenzaron a circular las imágenes de los helicópteros por encima del humo de las llamas, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, publicó en Twitter: «Admirable a esta hora, la actuación de los pilotos de helicópteros de la Fuerza Aérea de las FAR, sobrevolando la zona más oscura y caliente del siniestro en Matanzas. Profesionalidad y entrega ejemplares».
El general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del Buró Político y viceministro primero de las FAR, dijo a Granma que desde el amanecer inició la operación de lanzar el líquido desde tres helicópteros. Un reporte de la TV Cubana añadió que estas naves realizaron casi un centenar de lanzamientos de agua, de 2 500 litros cada uno, y trabajaban arduamente en la zona de alto peligro.
Avionetas de fumigación del tipo Dromedario, con más de 1 200 litros en cada lanzamiento, también fueron incorporadas a las estrategias implementadas para extinguir las llamas.