Estimado señor Pedro Kumamoto Aguilar, Secretario General, Conferencia Interamericana de Seguridad Social, estimado señor Francisco Pichón, Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Cuba, panelistas e invitados.
Es un honor para mí dirigirme a ustedes en este momento de clausura de los Encuentros Continentales de Buenas Prácticas, un espacio que durante estos dos días ha reunido a expertos, instituciones y actores claves para reflexionar sobre uno de los desafíos más urgentes de nuestra región: la dinámica demográfica y su impacto en los sistemas de Seguridad Social.
Agradecemos especialmente al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y a la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) por su invaluable colaboración en la organización de este evento que se ha realizado en formato híbrido permitiendo la participación de diversos especialistas desde múltiples latitudes.
A lo largo de las sesiones, hemos analizado fenómenos como el envejecimiento poblacional, las migraciones, las tasas de fecundidad y el empleo juvenil planteando retos críticos para la sostenibilidad de los sistemas de protección social y la necesidad de políticas intersectoriales que integren salud, educación y empleo, con enfoques de género para atender las demandas de poblaciones vulnerables, como jóvenes y adultos mayores.
La urgencia de reformas innovadoras en los sistemas de pensiones, tanto contributivos como no contributivos, para garantizar su equidad y sostenibilidad financiera ante el cambio demográfico ratifican la importancia de la cooperación regional, la que permitirá abordar las garantías de derechos en contextos actuales, asegurando que ningún trabajador quede excluido de la protección social.
El rol de las buenas prácticas locales, como las experiencias compartidas por Cuba y otros países, demuestran que soluciones comunitarias y políticas inclusivas son claves para reducir desigualdades.
Este espacio no es un punto final, sino un punto de partida. Los insumos recogidos se traducirán en un documento de recomendaciones que guiará acciones concretas en la región. Entre las que se encuentran:
Fortalecer alianzas entre gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil.
Promover marcos legales que adapten los sistemas de Seguridad Social a las realidades demográficas.
Fomentar la inversión en datos, estadísticas e investigación para diseñar políticas basadas en evidencias.
Como bien señaló uno de nuestros expositores: “El futuro de la Seguridad Social depende de nuestra capacidad para anticiparnos y actuar hoy”. Trabajemos juntos para construir sistemas resilientes, inclusivos y sostenibles, que no dejen a nadie atrás.
A los panelistas, moderadores y asistentes, por su rigor y compromiso. A las instituciones auspiciadoras, por su visión y apoyo y especialmente a la CISS por su liderazgo en este diálogo continental nuestro agracecimiento.
Declaro formalmente clausurado este encuentro, con la certeza de que sus frutos impactarán positivamente en nuestras sociedades.
¡Muchas gracias!